Sello inquebrantable
- Mis manos

- May 14, 2018
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Updated: May 20, 2018

Hace unos días revisando papeles y buscando documentos, encontré una foto impresa con fecha de 26 de septiembre de 2010, y recordé lo importante que había sido y sigue siendo ese día para mi.
Ese 26 de septiembre tiene un significado muy especial en mi vida, porque a partir de ese momento, me marcaron con un sello inquebrantable que llevaba grabada la palabra #IDENTIDAD.
Te estoy hablando del día en el que recibí por primera vez y por voluntad propia a Dios como mi padre, el minuto en el que todo para mi cambió y en el que entendí que todo mi pasado lleno de inseguridades, temores y rechazos había quedado atrás. Cuando salí del agua (bastante fría recuerdo) con mis ojos llenos de lagrimas de felicidad y con una PAZ que no entendía, no me lo creía … ¡ pero había tomado la decisión de bautizarme! Y aunque quisiera seguirte describiendo todo lo que pasó ese día, hay algo más de lo que quiero hablar en esta entrada.
La foto aquella a la que me refiero, tiene por nombre “Sello inquebrantable”, nombre del “Encuentro Juvenil Femenino” al que fui. Hoy 8 años después, entiendo el significado y el trasfondo en mi vida de ese “Sello inquebrantable”
Todos sabemos que un sello es un instrumento que se usa para personalizar documentos y darles valor. Es una marca estampada con cierta autoridad, seriedad o importancia que se le da a algo, pero también es una señal con la que se puede identificar que algo o alguien le pertenece a una persona o entidad. Y luego sabemos también que algo inquebrantable es algo que no se rompe o que por lo menos es demasiado difícil de romper.
Hoy miro hacia atrás y puedo testificar por este medio y con mis letras, que desde el momento en el que Dios llegó a mi vida he podido ver y vivir que el SELLO INQUEBRANTEBLE de su amor como PADRE y de mi identidad no se ha podido romper.
Fue entonces como empecé a vivir sin tantos temores e inseguridades. Mi forma de pensar y hablar sobre mi se transformó. Ese sello inquebrantable me dio el valor que antes no conocía, me estampó una identidad nueva y grabó en mi mente y alma estas palabras “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida”.
La joven que entró a la finca ese viernes en la noche, cargaba el dolor y la culpa de una separación de padres, ideas equivocadas sobre lo que era el amor, inconformidad por lo que era y lo que ella se imaginaba que sería, ideas equivocadas sobre lo que era el amor, desconfianza a lo que iba a suceder en ese retiro de jóvenes, dolor, falta de perdón y un sin número de palabras de derrota y negativismo, porque en ese momento no sabía si podría seguir estudiando en la universidad. Había tanta pobreza en mi alma, en mi mente y en mi corazón, que todo me lo imaginaba difícil de alcanzar, difícil de tener… tanta comparación me llevaba a envidiar todo de todos, cosa que por dentro me estaba apagando las ganas de soñar. Pero la joven que salió tres días después de allí, había sacado el dolor, la vergüenza, la amargura, desolación y el rechazo a gritos y con lagrimas, pero esta vez no fue sola en un baño, en una habitación o frente al mar, en esta oportunidad fue con la compañía de un padre de amor.
Han pasado los años y en ocasiones el sello lo han querido romper con palabras hirientes, se ha querido borrar con lagrimas de soledad y he querido estampar sobre él otro sellos con palabras como: “incapaz”, “miedo”, “rechazo”, “gordura”, “imperfección”, “tristeza”, “muerte” … pero pese a todo lo que lo ha tratado de invalidar , ese INQUEBRANTABLE SELLO, sigue vigente en mi, porque su tinta es de sangre, sus letras están compuestas de amor y la única mano con la autoridad de ponerlo o quitarlo es la de #Dios, mi Papá.
Se que mi sello no es el único y puedo decir con toda la seguridad que hay cientos de sellos inquebrantables esperando por ser usados en la vida de muchos. Quizá sellos con la palabra “PAZ” de en vidas que han estado envueltas en circunstancias de angustias, agonías, estrés y desespero; otros con la palabra “PERDÓN” de en personas con cargas, momentos y recuerdos que no las dejan ser feliz, también habrán sellos con palabras como “FE”, “SANIDAD”, “AMOR”, “LIBERTAD”, “FELICIDAD”, “SUEÑOS”.
Si me estás leyendo seguramente es porque hay un SELLO esperando grabarse en ti el día de hoy.
¿Qué pasó que nos has vuelto a ser y vivir feliz?
¿Cómo te sientes cada vez que te miras a un espejo?
¿Cuándo fue la última vez que te sentiste acept@ por ti mismo por ser tal y como eres?
¿En dónde quedó esa persona que todo lo esperaba, lo creía y daba pasos de fe?
¿Por qué no has vuelto a confiar y amar?
¿Quién marcó tanto tu identidad que hasta el día de hoy no sabes quien eres, que quieres ser o como te quieres ver en un futuro?
La respuesta está en tu pasado y la solución está en el presente, a un SELLO de cambiar el futuro.



Me encantan estas palabras que pegan en el alma. Gracias por ellas.
Prima escribes muy lindo, y gracias por dejarnos saber con el lenguaje de tus manos tantas cosas que los otros no tenemos tan claras como tu, te adoro!