La necesidad de ser aceptados, de hacer visible nuestros “mejores y perfectos momentos”, de negar nuestra verdadera #identidad con el fin de encajar en el concepto “belleza” que otros han creado y la frustración que crece al no tener confianza en nosotros mismos; nos está llevando día a día a no sentirnos completos, amados ni maravillados con nada ni nadie. Esa #belleza que se puede encontrar en todo lo creado, incluido nosotros, está en peligro porque nos hemos dejado llevar por el juicio ajeno, ese que no es capaz de reconocer y aceptar aquello que es diferente.
Entonces, buscamos ser como aquellos a quienes todos “admiran” por su belleza, fama, inteligencia, seguidores o #likes, alimentando un monstruo llamado #COMPARACIÓN, que se nutre de ideas, tendencias y conceptos que tratan de definir al mundo y que no respetan el misterio de aquél soplo de vida que nos creó y formó a su imagen y semejanza.
Hace unos días aprendí que la #COMPARACIÓN, no nace por lo que vemos en los otros, esto simplemente la alimenta; es un problema y una herida interior, es una identidad que desde el comienzo de la vida no fue ni ha sido clara y que con el tiempo y las etapas se ha ido camuflando y no ha encontrado su verdadero color y forma. La comparación nace de un sueño o una meta con uno o varios intentos fallidos que llevaron a una persona a la frustración y que la llenó de inseguridades y miedos y esto la hizo incapaz de ver y percibir la REALIDAD de lo que ES, de lo que TIENE , de sus fortalezas, dones , talentos, inteligencia y su originalidad. La comparación no estuvo con nosotros desde que estábamos en el vientre, nació de una falsa sabiduría que nos enseñó que nos sentiremos plenos y completos el día en que superemos o seamos mejores que los demás.
Nuestra belleza, estima e #identidad no reside en lo igual, sino en lo diferente. Dejemos de ser la copia del otro y de reflejar lo que está afuera, cuando lo que está por dentro es más fuerte y valioso: el corazón.
Un atardecer siempre es más hermoso cuando las nubes toman diferentes colores y formas, el mar es más exótico cuando a medida que lo vemos van cambiando sus matices y cuanto más fuertes sean las raíces (el corazón) del árbol, más grandes serán sus ramas.
No intentes estar lista o listo, cuando otro te apruebe, cuando en realidad estás completa(o)
No intentes imitar para encajar, cuando aquella persona buscaba algo original.
No ames más al otro, cuando no te amas a ti primero; en mi libro favorito dice que amaremos a los demás así COMO NOS AMAMOS A NOSOTROS MISMOS.
Y por último ... NO permitas que el monstruo de la comparación se vuelva tu amigo intimo.