Desde que aprendí a valorar y aceptar mi cuerpo y cada una de sus partes, me di cuenta de que todas hablan del amor y del cuidado con que fueron diseñadas y formadas. Desde lo más profundo y desconocido de nuestro corazón, hasta las manos mas tiernas y suaves, desde el inicio de nuestra vida en el vientre de nuestra madre, hasta el “ahora” que estás viviendo, tu cuerpo ha sido, sigue siendo y será un instrumento de amor.

 

Personas se sienten protegidas con tu abrazo, niños se sienten amados con tu mirada, ancianos se llenan de vida con tus palabras, animales se unen en amistad  gracias a tus caricias,  sociedades cambian gracias a tus ideas y estados de animo se transforman por tu sonrisa.

 

Todo nuestro cuerpo habla de amor, es el milagro que nos dio la vida y por el cual todos los días podemos respirar,  es la gasolina que pone a latir nuestros corazones y es lenguaje entendido por todo lo que habita el planeta tierra.

 

El lenguaje de mis manos, es un espacio virtual, que permitirá por medio de letras, amar, abrazar, comprender, hablar y sentirme cerca de quienes me leen, y así poder entregar un poco de mi a quien está del otro lado de la pantalla.

 

Años después, escriben manos que estuvieron cerradas por temores e inseguridades y que hoy se abren con libertad para llevar a cabo la función que desde un principio debieron tener: ser instrumentos de amor.